Un día agarro la puerta y me voy

Siete años después, Kate Reddy está a punto de cumplir cincuenta años. Sus hijos se han convertido en adolescentes imposibles, su madre está frágil de salud y su marido tiene la crisis de la mediana edad... todo hace que esté desesperada por volver a trabajar tras años dedicada a su familia. Una vez más Kate hace malabares imposibles para intentar que todo funcione como Dios manda. ¿Conseguirá Kate el lugar que le pertenece en el Hedge fund que fundó o se ahogará antes en su nueva y ajustada lencería? ¿Volverá a aparecer una llama extinguida hace tiempo o se quemará su casa...
