El pórtico del misterio de la segunda virtud
«Lo que me admira, dice Dios, es la esperanza. Y no me retracto. Esa pequeña esperanza que parece de nada. Esa niñita esperanza. Inmortal. Porque mis tres virtudes, dice Dios. Las tres virtudes, criaturas mías. Niñas hijas mías. Son también como mis otras criaturas. De la raza de los hombres. La Caridad es una Madre. Una madre artiente, toda corazón. O una hermana mayor que es como una madre. La Esperanza es una niñita de nada. Que vino al mundo el día de Navidad del año pasado. Que juega todavía con el bueno de Enero. Con sus pequeños pinos de madera de Alemania cubiertos de...