La voluntad de leer es siempre resultado del deseo por conocer; es producto natural de la curiosidad intelectual y del inter s por escuchar relatos y jugar con el lenguaje. Si hoy los j venes y adultos no leen, no es porque no les hayan le do en su infancia, sino porque desde temprano se les fue segando el gusto de aprender, la capacidad de formular preguntas, de asombrarse e indagar. y si hay un lugar Para alimentar ese gusto y permitir que esas capacidades se desarrollen, ste es la biblioteca p blica, por lo que la obra aborda la importancia de estos recintos.