Chile con pecado concebido

Esta singular crónica íntima de nuestra historia evidencia cómo cada prócer de la Independencia tuvo su estilo. O’Higgins era propenso a la intriga, Carrera un narcisista impetuoso y Manuel Rodríguez un espíritu desbocado, el idólatra habitual de la acción clandestina. Lo sorprendente es que ese estilo de cada cual se correspondía con su propia estrategia entre las sábanas: O’Higgins mantuvo oculta a su amante durante años y Carrera fue sorprendido más de una vez en casas y camas ajenas. Rodríguez, por su parte, era asiduo a la parranda y el trasnoche “depravado”, según...