La música del vinilo
A mi alrededor se apilaban los discos donde ese inscribían los fragmentos de esta materia prima descompuesta, encogida y agrandada, destripada, invertida, estallada y pulverizada. Me sentía como un niño que ha abierto su oso de peluche y le ha vaciado el serrin, que le ha arrancado los ojos a la muñeca y roto en mil pedazos el tren de cuerda. Tenía que confesarme a mi mismo que acababa de inventar unas técnicas de destrucción extraordinarias, pero que todos los intentos de sintesis habían sido un rotundo fracaso. Por otro lado, a cada nuevo paso que daba surgían unas contradicciones...