EL HOMBRE SIN NOMBRE o el olvidado de Prometeo

Mi nombre no importa. Solo soy una hormiga dentro de un colosal hormiguero. Una furtiva lágrima de cementerio. Quiero señalar con una piedra blanca, que la naturaleza me modeló en la indiferencia y estoy destinado, a no ser feliz jamás. Soy un ser aislado en la tierra, sin lazos que me unan a la vida, aparte de mi enferma madre. Un animal solitario condenado a existir en un cráter de aburrimiento, hasta que mi contrato con la vida se extinga. Nadie me considera amigo de los desenfrenos, ni discípulo de la infidelidad. Me he convertido en un invitado difícil en el banquete de la vida....


























































