Hablar en público sin miedo : comunicar bien no es de zombis

“Muchas personas solteras se debaten entre el deseo, el miedo, y la frustración de querer tener una pareja y no solo de no conseguirla, sino de perderse a sí mismas en el intento de encontrarla. Este libro es el producto de muchos años de estudio, de sostenida práctica profesional, y de suficiente experiencia personal. Concretamente antes de ser un texto fue un taller pensado y diseñado concienzudamente con Manuel Turrent. Manuel y yo deliberamos e investigamos las ideas fuerza que eran de utilidad a aquellas personas que acudían a nuestros consultorios sintiéndose un fracaso...

Érase una vez el perdón no es sino el rastro que los cuentos nos dejan en la búsqueda de la conciliación con las propias sombras. Un recorrido a través de sus veredas sinuosas y sus sendas flanqueadas de mensajes ocultos. Señales que es preciso descifrar para recorrer los intrincados procesos interiores que nos encaminan hacia el perdón.Los cuentos nos hablan en sus paisajes, más allá de los azarosos acontecimientos de sus personajes. La escucha empática del counselling puede aprender a interpretar su lenguaje, convirtiéndose entonces en la brújula que orienta hacia la estrella...

Historia de la transición del actor Elliot Page (antes Ellen Page), los prejuicios que debió enfrentar y el ejemplo de valentía que puso a la sociedad. Si quieres conocer más sobre la revista, visita su sitio en http://magis.iteso.mx

Aparecer a la vida pública, para un griego, no tenía solamente el significado de hacerse presente, suponía también un sentir profundo muy particular que consistía en manifestar su brillo, entrar en el agón, para intentar ser por fuera del cerrado mundo del hogar (oikos). No se trata en lo más mínimo de una cuestión de poder, puesto que el aparecer no contempla un fin en sí, solo el aparecer en función de su dokei moi, del parecer que lo singulariza con el aparecer de su goce. La tragedia muestra, de este modo, el fruto envenenado de la retórica en el acontecimiento trágico, ya no ...