En La Granja de Pepito

Un libro de cartón con el que podrás acompañar a Nico en su día a día y descubrir de qué formas tan graciosas terminan sus pequeñas aventuras. Nico es un conejo travieso, glotón, despistado, le cuesta compartir, se aburre, se enfada, se le escapan pequeñas mentirijillas... Es pequeño y está aprendiendo a conocerse a sí mismo y su entorno. En ¡Hora de bañarse!: ¡Ha dejado de llover! Nico sale a jugar al parque con sus amigos: se columpian, construyen castillos de arena, se suben a los árboles... Pero sobre todo, ¡se ponen perdidos! Por eso sus mamás y papás se los llevan a...

Una chica desaparecida en busca de venganza. Un periodista de radio que sigue las pistas que ella ha dejado. Y un final del que no podrás dejar de hablar. Sadie no ha tenido una vida fácil. Ha crecido sola y ha criado a su hermana Mattie en un pueblo pequeño y remoto, haciendo todo lo posible por ofrecerle una vida normal y mantenerse a flote. Pero un día encuentran a Mattie muerta y el mundo de Sadie se derrumba por completo. Tras ver que la policía no logra sacar nada en claro, Sadie está determinada a llevar ante la justicia al asesino de su hermana y abandona su hogar para seguir...

Getting your hair cut for the first time can be scary. However, watching your dad go first can make it less scary. Jamal and his father go to their local barbershop where the barber uses clippers to cut Jamal's hair short. This perspective of a traditional African American barbershop promotes cross-cultural understanding. The exciting text and fun illustrations are sure to grab the attention of both emerging readers and listeners alike. This book will inspire children to love reading while teaching them proper barbershop behavior.

En un primer momento, Emily, Aria, Hanna y Spencer afirmaron haber encontrado un cadáver en el bosque que hay detrás de casa de los Hastings, pero se esfumó sin dejar rastro. Después, cuando ese mismo bosque ardió por completo en un incendio, juraron haber visto resurgir de sus cenizas a alguien que supuestamente había muerto. A pesar de todo, estas pequeñas mentirosas siguen jugando con fuego. Quizás os parezca un poco cruel por mi parte, pero ya va siendo hora de que alguien les cierre el pico a estas chicas... O tendré que hacerlo yo. -A