Fiestas de primavera

Ella está acostumbrada a la locura, Pero quiere ser normal. Anhela con toda el alma saber si lo que ve es o no real… Alex emprende una guerra contra la esquizofrenia. Decide afrontar la batalla diaria de buscar la diferencia entre la verdad y los inventos de su mente. Tiene un plan: entrar a la universidad, estar alerta, usar una cámara de fotos, su “bola 8 mágica”, y la ayuda de su hermana menor. Todo parece ir bien hasta que inician las clases, conoce nuevos amigos y se enamora de Miles. Pero ¿realmente existen, o son otra trampa de su imaginación? Yo te inventé, hará que te...

This book illustrate!s the different stages and typical characteristics of how children think, a must-read for moms who want to learn how to better communicate with their kids. Key aspects of childhood are presented starting from birth, through their middle-school and teenage years.

No es un cuento de hadas, si no una historia palpable y tangible donde su protagonista pasa por situaciones extremas de lucha y superación a lo largo de su vida, como la violencia de genero, el desengaño, la frustración. La evolución de los personajes inmaduros al principio, experimentan y entrecruzan sus caminos de forma causal e inesperada como la vida misma, llegando a la edad adulta se enfrentaran a nuevos problemas y obstáculos. Michelle descubrirá que el amor no tiene edad, ni patrones, haciéndola resurgir de las cenizas y del abismo que la consumían, transformando su vida,...

Madre no hay más que una, ¡y a veces ya no puede más...! Un libro que recoge una amplísima galería de situaciones cotidianas, anécdotas reales y sucesos varios relacionados con madres de todo pelaje y condición. ¿Por qué los hijos ajenos parecen más llevaderos? ¿Y tú cómo te apañas cuando ellos no tienen cole, pero tú sí tienes que ir a la oficina? ¿Se cansan en algún momento? ¿Cuándo toca que te cuiden a ti? La profesión de madre es dura, muy dura. Desde aquí, queremos reivindicarla, pero sin dramas, quitando hierro y abriendo un espacio para la sonrisa. Porque el humor ...