Historias para antes de dormir. Vol. 3 Hermanos Grimm

¡Más enigmas y aventuras en la prestigiosa Explorer Academy, en la serie inspirada en las exploraciones reales de National Geographic! Cruz continúa sus estudios junto con Emmett, Sailor y Bryndis. Mientras busca otra pieza del rompecabezas que le legó su madre en las ruinas de Petra, en Jordania, alguien le avisa de que muy pronto se verá en peligro. Por si fuera poco, cuando el padre de Cruz desaparece, su tía Marisol deberá marchar en su búsqueda y Lani arriesgará su vida para intentar resolver el misterio. A medida que se acerca su aniversario, Cruz descubre que Nébula quiere...

Una cuidada adaptación para introducir a los más pequeños en la obra de Cervantes Don Quijote de la Mancha Hace muchísimos años, un escritor, Miguel de Cervantes, se inventó una novela, para muchos la mejor de todos los tiempos. Un loco de atar, tierno y entrañable, estaba dispuesto a poner paz en el mundo; para ello contaría con dos ayudas inestimables: su amada Dulcinea y su fiel escudero, Sancho Panza. Con Las aventuras de Don Quijote hemos pretendido acercar a los más pequeños de la casa la genial novela de Cervantes, para que descubran, por primera vez, la ternura y humanidad...

Trueno es el mejor cazador de mapaches del condado. Cuando la caza del invierno empeora, el amo de Trueno y padre del niño protagonista de esta historia, un pobre aparcero afroamericano, se verá obligado a robar un jamón para dar de comer a su familia. Esa noche, el sheriff y sus ayudantes se presentan en busca del padre, y la vida del muchacho cambiará para siempre.

En su casa, la viejita se aburría. Ya nadie la venía a ver y ella ya no veía a nadie. Sólo estaba el reloj de la cocina para ver cómo pasaba el tiempo. Hasta que un día se aparece la Señora Muerte y todo eso cambia. Para entretenerla, la viejita preparó un buen té de China bien cargado. —¡Mmm, qué delicioso té!, se alegró la Señora Muerte chasqueando la lengua. —Es verdad —contestó la viejita—, y es todavía mejor con unos polvorones de canela. Entonces la viejita se puso a cocinar... Cinco minutos más o cinco minutos menos, ¿qué importa?