La arquitectura del océano

Tercer volumen de la trilogía bestseller de Florencia Bonelli Caballo de fuego con más de 1 millón de ejemplares vendidos. Una historia de amor repleta de peligros y aventuras. En el tercer y último volumen de la cautivante trilogía «Caballo de fuego», los caminos de Matilde y Eliah vuelven a separarse. Matilde decide refugiarse en el trabajo humanitario que lleva a cabo para la ONG Manos Que Curan. Su nuevo destino es un hospital de la Franja de Gaza, un minúsculo territorio hacinado y pobre en el que el objetivo principal es sobrevivir. Eliah Al-Saud, en cambio, se obliga a olvidar...

Julia tiene una vida perfecta y controlada, un trabajo que le apasiona, una familia que la quiere y unas amigas que lo son todo para ella. Pero, ¿qué sucede cuando, por casualidades de la vida, y dejando salir su carácter inquieto y soñador, su vida da un giro de 180o? De repente todo se tambalea , sus sueños se pueden romper y su familia hace aguas... Una historia de amor, de amistad, de sueños y esperanzas que te invitan a dejar volar tu imaginación.

Carolina va a reprobar la materia, pero está dispuesta a hacer lo que sea para poder pasar; sin embargo, jamás imaginó lo que el Profesor Peña le haría. Este cuento corto y caliente es un relato erótico destinado solo a mayores de edad. Su contenido es explícitamente sexual. cuentos calientes, relatos eroticos, relatos eroticos en español, libros eroticos, literatura erotica, libros eroticos en español, sexo, escenas explicitas, encuentros sexuales, relatos excitantes, relatos cortos, primera vez, relatos eróticos gratis, relatos eroticos gratuitos, devora mela gratis, relatos...

Úrsula acaba de mudarse a casa de su amiga Clara en un edificio nuevo. Tiene un pasado algo complicado que aún le está dando problemas, pero mira adelante con optimismo. Santi vive en el mismo edificio y arrastra un pasado extremadamente complicado que no le deja pasar página y, a consecuencia del cual, todo el mundo le evita. Aparentemente, ambos no tienen nada en común y ni siquiera deberían empezar a hablar, pero...