Bambi

Hadas, princesas, magos, caballeros, bosques encantados, animales mágicos... Este precioso libro, lleno de simpáticas ilustraciones, contiene un montón de cuentos, para que cada día puedas soñar con una fantástica historia. Relatos clásicos, conocidos por

El joven Dalai Lama está amenazado de muerte por un ejército invasor que quiere conquistar el Tibet. Lin Chu, su inseparable amigo, se jugará la vida de nuevo en una emocionante aventura en la que, junto a sus cinco primos, y acompañados de Yoho, el caballo ganador, recorrerán las tierras inhóspitas y salvajes de su país en un intento desesperado por evitar la muerte del Jefe Supremo del Tibet

"Todos necesitamos felicidad en nuestras vidas. Puede ser difícil de encontrar y, en ocasiones, parece estar muy lejos. Pero hay un lugar en el que siempre encontraremos la felicidad, el lugar al que necesitamos regresar. Con el mismo tipo de ilustraciones dulces y sencillas que ya usó para explicar a los más pequeños cómo gestionar la tristeza, Eva Eland los ayuda ahora a encontrar la felicidad y a cuidar de ella. Un precioso álbum que transmite a los peques una idea fundamental: la felicidad se encuentra dentro de cada uno de ellos."--Amazon.

Colmillo Blanco es un hermoso perro gris que fue separado de su madre y después conoció a hombres buenos y malos. Castor Gris fue un amo justo, pero no cariñoso. El señor Smitt, otro amo, era un hombre malvado, que hacía apuestas de peleas de perros y un día casi lo matan. Por fortuna, el señor Scott lo rescató y, con paciencia y cariño, Colmillo Blanco se recuperó. Sufrió, peleo, maduró, pero al final fue muy feliz. El llamado de la selva narra la increíble historia de Buck, un perro mimado de casa, que fue robado cuando se descubrió oro en el Ártico, dado que los aventureros...

¿Alguien tiene una nave espacial con la que pueda escapar a otro planeta? ¡Por favooooooooooor! ¿Qué voy a hacer? ¡Esto es PEOR QUE EL FIN DEL MUNDO! Durante tres meses he sido feliz porque: He ido a la playa. He dormido hasta las tantas. He visto telebasura hasta que mis neuronas han empezado a suicidarse. Y, sobre todo, porque no había clase. Esta mañana, a las 8:30 horas, he celebrado mentalmente un funeral en honor a porque: Ha empezado el instituto.