El tren de la serendipia

Corría el mes de junio de 2009, cuando en la plaza Sintagma, un evzone fue abatido por un francotirador no identificado, en el momento en que ocurría el cambio de guardia. ¿Quiénes son los que desean alterar el orden y provocar el caos en el país? Un sorprendente efecto dominó se despliega, puesto que el Servicio Nacional de Inteligencia está intentando encontrar a los responsables del asesinato. ¿Qué rivalidad surge entre las hermandades y las órdenes de Atenas durante décadas? ¿Qué es lo que se espera de Alemania, Antártida, Grecia e Israel? ¿Cuál es el misterio? ¿Qué es...

Una novela sobre las tentaciones del mundo, el diablo y la carne, expuestas por el mayor narrador portugués del siglo XIX «Por dentro se movían silenciosamente los deseos, como serpientes tranquilas en su nido.» Cuando se traslada a una parroquia de Leiria, el joven sacerdote Amado Vieira no tarda en caer en el libertinaje y desenfreno en que viven los sacerdotes de la ciudad. Pero su «crimen» particular será seducir a Amélia, una muchacha a la que manipula en pos de relaciones carnales, fomentando sin escrúpulos la confusión entre la piedad y la pasión amorosa. Recibida con...

"Estoy intranquilo y venenoso", escribía Franz Kafka en sus Diarios. Al igual que él, en una serie de mails que se convirtieron en bitácora de la cuarentena, Olivia Gallo y Tamara Talesnik intercambian miedos, ansiedades, reflexiones y pequeñas alegrías que les traen consuelo en el encierro forzoso. No están solas, a este diálogo epistolar se suman las voces de veintidós autoras, amigas, compañeras, con sus diferentes visiones del mundo. Un libro especial, polifónico y reconfortante que quedará como testimonio de estos tiempos. Intranquilas y venenosas fue un newsletter epistolar...

Nací sobre un villorrio andino entre laderas boscosas, orillado por ríos lechosos/torrentosos; crecí arropado por comunidades campesinas que florecían gracias a las solidaridades mutuas: la comunidad andina. Quizás por ello ganar dinero era secundario. Faenábamos multitudinariamente caminos, puentes, aparte de labrar nuestras parcelas... pero también bailábamos y nos desgañitábamos en las fiestas patronales. Abandoné aquel paraíso al morir mi madre. Pese a mis siete años, decidí que jamás compartiría el mismo techo con una madrastra. Hui a Lima atraído por rumores de eterna...