Trono de Mundo Anillo

"El arbol de saliva" es el mas conocido de los libros de un autor que, en su ambito, esta considerado como el maestro del cuento y el relato breve. Se trata de un conjunto de diez relatos muy diversos, con los mas variados temas y registros, entre los que destaca por su celebridad el que da titulo al volumen, un inquietante homenaje a H.G. Wells por el que obtuvo en su dia el Premio Nebula al mejor relato. Otros de los relatos incluidos en este volumen son: "Peligro: Religion," "La joven y el robot con flores," "Un habito solitario" y "Un placer compartido."

En la nueva modernidad que ya nos invade, y nos arrastra con sus acelerados oleajes, el Microrrelato es el género literario emergente y paradigmático: por lo que tiene de urgente, de inmediato; por lo que representa de provisionalidad, de pluralismo, de relatividad, de búsqueda incesante; por lo que supone de mestizaje de géneros: es tanto relato, como ensayo, como biografía, como crónica de vida, como poesía, donde lo que sugiere va siempre más allá de lo que dice... El Microrrelato, bonsái de la literatura, devuelve a la palabra la dimensión del Símbolo, como el fuego de los...

Las intrigas entre las potencias europeas que luchan por el dominio de México se entrelazan con la carrera imperial de Estados Unidos... Una novela que contiene todos los elementos para convertirse en un éxito de ventas: su historia incluye espionaje, amor, traición, investigación histórica y un final absolutamente inesperado. La implacable búsqueda de la locura amorosa que nos salvará. "Elegimos la razón cuando lo que este mundo necesita es un poco de locura, la locura de amar sin medir las consecuencias." En 1913, una artista con amnesia perdida se encuentra en un México marcado...

El destino manda: "Mi querida Sibila: Ha transcurrido tanto tiempo desde que nos vimos por última vez, que quizá los días luminosos de tu vida feliz, las noches de luna en compañía del hombre que amas y las horas inconscientes que transcurren en el hogar tranquilo y dichoso te hayan hecho olvidar a la pobre enferma. Yo no te olvidé nunca. Me parece que aún te veo recostada sobre la blanca balaustrada de la terraza del balneario, con los ojos perdidos en aquel horizonte infinito y las manos caídas a lo largo del cuerpo. Parecías la imagen de la resignación y yo te envidiaba, porque...