Percy Bysshe Shelley nació el 4 de agosto de 1792 en Field Place, Sussex, Inglaterra. Fue el hijo mayor de un terrateniente y, desde joven, mostró un interés por la literatura y la filosofía. Su educación comenzó en el Royal Grammar School de su ciudad natal y, posteriormente, se trasladó a la Universidad de Oxford, donde estudió en el University College.
Durante su tiempo en Oxford, Shelley se vio influenciado por las ideas del idealismo y el romanticismo, así como por los movimientos sociales de su época. En 1811, publicó su primer libro de poemas, “Queen Mab”, que fue confiscado por su padre debido a su contenido político y filosófico. Sin embargo, esto no detuvo su impulso creativo; al contrario, intensificó su deseo de explorar temas como la libertad, la justicia y la revolución.
En 1814, se casó con su primera esposa, Harriet Westbrook. Sin embargo, su matrimonio fue tumultuoso y, tras conocer a la joven autora Mary Godwin (quien más tarde se convertiría en Mary Shelley), él abandonó a Harriet. Este escandaloso romance llevó a que los dos se escaparan juntos a Europa, donde Shelley y Mary comenzaron a escribir y a desarrollar sus carreras literarias. En 1816, la pareja vivió un verano en Suiza junto a Lord Byron, donde nació la idea de “Frankenstein”.
A lo largo de su vida, Shelley fue conocido por su estilo lírico y su habilidad para expresar emociones profundas a través de la poesía. Obras como “Ode to the West Wind”, “Prometheus Unbound” y “The Cloud” se han convertido en clásicos de la literatura romántica. Su poesía a menudo refleja su visión de un mundo idealizado, en el que la libertad y la belleza prevalecen sobre la opresión y la miseria.
Uno de los aspectos más destacados de la obra de Shelley es su activismo político. Creía firmemente en la igualdad y la libertad individual, y sus escritos reflejan su deseo de cambiar la sociedad. La poesía de Shelley se convirtió en una herramienta poderosa para criticar las injusticias de su tiempo, especialmente las guerras y la pobreza. Sus obras a menudo abordan temas como el amor, la naturaleza y la búsqueda de la verdad, lo que le valió la admiración de muchos, pero también la crítica de otros.
La vida de Shelley estuvo marcada por la tragedia. En 1816, su primera esposa se quitó la vida y él se casó con Mary en 1817. Juntos enfrentaron dificultades financieras y la pérdida de varios de sus hijos, lo que afectó profundamente su salud mental y emocional. A pesar de estos desafíos personales, Shelley continuó escribiendo y publicando sus obras, manteniendo una producción literaria impresionante.
El 8 de julio de 1822, Percy Bysshe Shelley falleció trágicamente en un naufragio frente a la costa de Viareggio, Italia. Tenía solo 29 años. Su cuerpo fue encontrado y cremado en una ceremonia pública, y se dice que sus cenizas fueron dispersadas en el mar. A pesar de su corta vida, Shelley dejó un legado literario duradero y es considerado uno de los poetas más importantes de la lengua inglesa.
Su influencia en la literatura y la poesía ha perdurado a través de los años. Poetas y escritores posteriores, como W. B. Yeats, T. S. Eliot y William Wordsworth, han citado a Shelley como una gran influencia en su trabajo. La combinación de su pasión por la libertad, su visión idealista y su talento poético ha asegurado que su obra siga siendo estudiada y admirada en todo el mundo.
Hoy en día, la figura de Percy Bysshe Shelley sigue siendo relevante en discusiones sobre literatura romántica, filosofía política y activismo social. Su búsqueda de un mundo mejor y su profunda conexión con la naturaleza continúan resonando en las generaciones actuales, recordándonos que la poesía tiene el poder de cambiar corazones y mentes.