Tenemos hambre de Cristo

David Wilkerson fue un influyente pastor, evangelista y autor estadounidense, conocido principalmente por su trabajo en la evangelización de jóvenes en situaciones de riesgo y por su ministerio en las calles de Nueva York. Nació el 19 de mayo de 1931 en el pequeño pueblo de Servia, Indiana, en el seno de una familia cristiana. Desde una edad temprana, Wilkerson mostró un fuerte interés por la religión y una pasión por ayudar a los demás.

Wilkerson estudió en el Crown College en Minnesota, donde se formó en teología y obtuvo su licenciatura en ministerio. Tras completar sus estudios, fue llamado a ser pastor de una pequeña iglesia en Pennsylvania en los años 50. Sin embargo, su vida daría un giro significativo después de leer un artículo sobre el aumento de la delincuencia juvenil y la violencia en las calles de Nueva York. Este artículo lo impactó profundamente y sintió la necesidad de responder al llamado de Dios para ayudar a esos jóvenes necesitados.

En 1958, Wilkerson se trasladó a Nueva York con el objetivo de ayudar a los jóvenes involucrados en pandillas y la delincuencia. Se dedicó a predicar en las calles de Times Square, un lugar donde la desesperación y la violencia eran comunes. A pesar de enfrentar críticas y desafíos, su determinación para llevar un mensaje de esperanza y redención a los jóvenes en riesgo fue inquebrantable.

Uno de los hitos más importantes en la vida de David Wilkerson fue su trabajo con la pandilla “The Mau Maus”, una de las más temidas de Nueva York. Wilkerson tuvo la valentía de abordar a los miembros de la pandilla y con el tiempo logró ganarse su respeto. A través de su ministerio, muchos de los jóvenes que había alcanzado encontraron a Cristo y transformaron sus vidas. Este trabajo fue documentado en su famoso libro “The Cross and the Switchblade”, publicado en 1963, en el que narra sus experiencias y el poder transformador del evangelio.

• “The Cross and the Switchblade” fue un best-seller y posteriormente se adaptó a una película en 1970, lo que ayudó a difundir aún más su mensaje.
• Wilkerson fundó el Teen Challenge en 1960, un programa de rehabilitación basado en principios cristianos, que se enfocaba en ayudar a jóvenes con problemas de adicción y en riesgo.

Con el éxito de su ministerio y su libro, Wilkerson continuó viajando y predicando por todo el mundo, llevando su mensaje de fe y transformación a numerosas personas. En 1971, fundó la Times Square Church en Nueva York, una congregación que atrajo a miles de personas y se convirtió en un centro de adoración y ministerio en la ciudad.

A lo largo de su vida, David Wilkerson escribió varios otros libros, incluyendo “Have You Felt Like Giving Up Lately?” y “The Vision”, en los que abordaba temas de fe, desesperación y la necesidad de una relación personal con Dios. Sus escritos han inspirado a numerosas generaciones de creyentes y su legado sigue vivo a través de las muchas personas que han sido alcanzadas por su ministerio.

En sus últimos años, Wilkerson se trasladó a Texas, donde continuó escribiendo y predicando hasta su muerte. En abril de 2011, Wilkerson falleció trágicamente en un accidente automovilístico en Texas, dejando atrás una poderosa legacy de compasión y compromiso con los jóvenes y los necesitados. Su vida es un testimonio de la fe en acción, y su influencia continúa resonando a través del trabajo de las organizaciones y ministerios que él fundó, así como en los corazones de aquellos que siguen su ejemplo.

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Un precioso libro que medita sobre la alegría, recorriendo el antiguo y nuevo testamento, la vivencia de esta virtud en hombres de fe, la alegría en la poesía y por último, en la fiesta mas feliz, la Navidad.

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"Espero que cualquier lector atento pueda descubrir el hilo conductor que engarza todos estos temas. María, Madre de Dios y de la Iglesia, es decir, de todos nosotros, une lo que podría parecer disperso... Comienzo con el Cántico de María, conocido como el Magnificat y continúo con otra oración mariana muy conocida y divulgada, la Salve Regina. De aquí paso a un Santo reconocido por sus escritos marianos, aunque estos ocupen un espacio muy reducido en sus obras; me refiero a San Bernardo de Claraval. Continúo con una advocación mariana muy especial, tanto por su origen como por su...