José Maria de Eça de Queirós, conocido como Eça de Queirós, nació el 25 de noviembre de 1845 en Póvoa de Varzim, Portugal. Es considerado uno de los más grandes novelistas portugueses y uno de los principales exponentes del realismo en la literatura del siglo XIX. Su obra es famosa por su aguda crítica social y su habilidad para retratar la vida portuguesa de su tiempo.
Eça de Queirós creció en una familia de clase media y, desde joven, mostró un gran interés por la literatura. Se trasladó a Coimbra para estudiar Derecho, donde se unió a un grupo de intelectuales que promovían ideas modernas y progresistas. Durante su tiempo en la universidad, comenzó a escribir y a publicar sus primeros trabajos, que reflejaban sus inquietudes sociales y políticas.
En 1866, Eça de Queirós se trasladó a París, donde vivió durante varios años. La ciudad le ofreció un ambiente rico en cultura y una profunda influencia literaria. Estudió las obras de autores franceses contemporáneos y se relacionó con otros escritores e intelectuales, lo que amplió su visión y su estilo literario. Esta experiencia fue fundamental para su desarrollo como novelista.
Su primera novela, O Primo Basílio, publicada en 1878, marcó un hito en la literatura portuguesa. A través de la historia de una infidelidad, Eça de Queirós criticó la hipocresía de la sociedad burguesa de su época. La obra se caracteriza por su realismo y su profundo análisis psicológico de los personajes. Se convirtió en un éxito de ventas y consolidó su reputación como escritor.
Otro de sus trabajos más destacados es Os Maias, publicada en 1888. Esta novela es considerada una de las obras maestras de Eça de Queirós y de la literatura portuguesa en general. A través de la historia de la familia Maia, el autor retrata el declive de la sociedad portuguesa y la desesperanza de una generación atrapada entre el pasado y el presente. La obra combina elementos de crítica social, historia y análisis psicológico, lo que la convierte en una lectura compleja y rica.
A lo largo de su carrera, Eça de Queirós también escribió ensayos y artículos periodísticos, en los que abordó temas políticos, sociales y culturales. Su estilo se caracteriza por un lenguaje preciso, irónico y lleno de matices, lo que le valió el reconocimiento de sus contemporáneos y la admiración de generaciones posteriores.
Además de su obra literaria, Eça de Queirós se destacó en el ámbito diplomático, siendo nombrado cónsul de Portugal en varias ciudades, como Bristol y París. Su trabajo en el servicio diplomático le permitió viajar y conocer diversas culturas, lo que también influyó en su escritura.
La vida de Eça de Queirós estuvo marcada por su compromiso con la modernidad y su deseo de reformar la sociedad portuguesa. En su obra, abogó por la educación, la igualdad de género y los derechos humanos, temas que eran poco discutidos en su tiempo. Su legado perdura hasta nuestros días, y su influencia puede observarse en innumerables escritores portugueses y extranjeros.
El autor falleció el 16 de agosto de 1900 en París, dejando tras de sí una obra vasta y variada. Su contribución a la literatura no solo ha sido reconocida en Portugal, sino que también ha tenido un impacto significativo en el ámbito literario internacional. Eça de Queirós es recordado como un pionero del realismo y un crítico incisivo de la sociedad de su tiempo, y su obra sigue siendo objeto de estudio y admiración en la actualidad.