La fiesta revolucionaria, 1789-1799

Todos oramos... un poco. Oramos por mantenernos sobrios, centrados o solventes. Cuando el tumor parece maligno. Cuando el dinero se acaba antes de que termine el mes. Cuando el matrimonio se desmorona. Oramos. ¿Pero acaso no nos gustaría orar más? ¿Mejor? ¿Con más intensidad? ¿Con más fuego, fe o fervor? Sin embargo, tenemos hijos que alimentar, facturas que pagar, plazos de entrega por cumplir. El calendario se abalanza sobre nuestras buenas intenciones como un tigre sobre un conejo. ¿Y qué me dices de los altibajos en nuestra historia de oración? Palabras inciertas. Expectativas...

El libro que tienes entre las manos organiza los temas de la experiencia espiritual de una manera propedéutica, de tal modo que forman una verdadera mistagogía, en la línea del primer libro del mismo autor, Desde la zarza. Poco a poco nos vamos iniciando en los misterios del amor de Dios, que se expresa en todos los amores humanos que existen. En este libro nos acercamos al pozo de Jacob. La fuente, que brota en su interior, ha sido liberada por la acción del Espíritu. Y la hemos visto surgir impetuosa de la peña de la cruz, del costado amante del Crucificado. Nosotros sabemos que el...

El Coraz?n de Cristo es el n?cleo de la fe cristiana, como afirm? el Papa P?o XII en Haurietis Aquas. El P. Mendiz?bal, como Director Nacional del Apostolado de la Oraci?n, nos leg? estas charlas espirituales que profundizan en el significado y actualidad de esta devoci?n.

Cristo tiene siempre algo que decirnos, a cada uno en particular, personalmente: en el Evangelio, en la doctrina de la Iglesia, en la liturgia. Se incluyen las meditaciones correspondientes al mes de junio de 2015, del lunes de la 9ª semana del Tiempo ordinario al martes de la 13ª semana del Tiempo ordinario, con meditaciones alternativas para días señalados, junto con las lecturas de la Santa Misa. El lector se siente ayudado a conversar con Dios de la vida misma: de sus situaciones reales cotidianas, de sus penas y afanes concretos. Por eso Hablar con Dios no es un tratado para...