La octava punta de la estrella

Razia vive con su madre en una isla en medio del mar. Necesita saber nadar. La madre de Razia cree que es hora de que Razia aprenda, pero no es fácil. El agua es salada y repugnante y Razia se resfría todo el tiempo. Pero su madre le aconseja que imite a los animales. Que dé patadas como una tortuga, que flote como un plancton y que se enrosque como una anguila. Razia no parará hasta que sepa nadar tan bien como los animales. "Razia aprende a nadar" fue publicado originalmente por Pratham Books en la plataforma online StoryWeaver. Varias de las historias están escritas por autores indios ...

El flautista de Hamelin, muy contento, pasea como si nada tocando la flauta. Pero tiene un problema: ¡no conoce las señales de tráfico! Menos mal que los habitantes de Hamelin le echan una mano para poder continuar el paseo. "Y... érase otra vez" es una colección de cuentos clásicos adaptados con humor para prelectores y primeros lectores. Otra forma de contar los cuentos de siempre. Escritos con textos rimados y acumulativos, en letra mayúscula, que permiten anticipar el relato para motivar la lectura. Una forma de entrar en contacto con actitudes y hábitos positivos, con la...

Las ciudades están llenas de historias. Historias que pasan de boca en boca susurradas siempre con un poco de inquietud y con un leve estremecimiento. Nadie sabe si en realidad sucedieron. Nadie sabe si el taxi demoníaco cuyo recorrido finaliza en las húmedas bóvedas del cementerio existe. Nadie sabe si es verdad que la escalofriante confesión de la enfermera asesina está escrita con sangre humana. No, nadie lo sabe. Sin embargo, todos repiten estos relatos con la voz entrecortada por el miedo.

Leticia detesta la idea de tener que usar frenillos. Piensa que se va a ver horrible y que mejor sería usar ese dinero en vacaciones familiares. Está llena de dudas y su ortodoncista solo logra aclarar algunas. Por eso, Leticia fundará "El club de los frenillos" en su colegio, y juntos aprenderán los beneficios y desafíos de usar frenillos.