Seven Deadly Sins 2

¡EL ARMA SAGRADA LOSTVAYNE MUESTRA SU POTENCIAL! Un sello de 3.000 años se rompe. La raza de los demonios despierta. Y ante ellos se planta Meliodas... ¿Quién si no? Cuando parece que será inevitable librar un combate desesperado con la vanguardia de los demonios, Meliodas recupera su arma sagrada. ¡Empieza la guerra santa!

Sweet old Mrs. Collywobbles lives on the edge of a big, dark, scary wood, but has a pet frog to protect her from greedy goblins, smelly trolls, and hungry ogres.

El primer libro de @comicaina, el ilustrador más romántico de las redes. Las viñetas de @comicaina son el ejemplo perfecto para resumir cómo el humor gráfico puede resolver los secretos del amor. Con sus personajes de siempre, el Cerebro y el Corazón, que tantas veces están en desacuerdo, o solo confundidos, @comicaina nos hace reír y emocionar con sus viñetas repletas de sentido común y creatividad.

Una divertida novela gráfica sobre la odisea de encontrar piso de alquiler. Buscar piso nunca fue tarea fácil, pero hacerlo en plena burbuja del alquiler es un infierno y Laura está a punto de adentrarse en él. A sus veintiocho años, está harta de compartir habitación con su hermana pequeña, así que, cuando por fin logra un contrato indefinido, decide emanciparse. Con la ilusión de encontrar el piso de sus sueños, pese a tener un presupuesto limitado, se lanza a esta aventura descargándose la app Irrealista. Semanas de llamadas a todas horas, ofertas absurdas, visitas a zulos, y...

Una divertidísima novela gráfica que retrata el día a día en una farmacia de barrio. «Remedios, llevas la bata demasiado blanca.» Así se lo suelta su nueva compañera nada más verla. La joven farmacéutica no entiende a qué se refiere, pero pronto entenderá que, para atender a los pacientes de la farmacia de doña Valeriana, donde acaba de empezar a trabajar, no es suficiente con un título en Farmacia... Se necesita mucha maña y experiencia (y 600 mg de estoicismo después de cada comida): Ancianas que piden un jarabe que dejó de fabricarse en las guerras carlistas, señores que...